El placer en el dolor: adolescentes y automutilación.
¿De qué se trata la automutilación?
Se trata de cortes, rasguños, quemaduras o arañazos
realizados a propósito por uno mismo mediante un objeto filoso o cortante; una
navaja, un cuchillo, una tijera, la lengüeta metálica de una lata de bebida, el
extremo de un clip, una lima de uñas o un bolígrafo. Algunos, se queman la piel
con la colilla de un cigarrillo o con un fósforo encendido y de forma lo suficientemente profundos como para cortar
la piel y causar sangrado.
Generalmente se lesionan en muñecas, antebrazos, abdomen,
muslos, aunque se pueden lesionar otras zonas), que suelen hacerse a
escondidas, en secreto, y ocultarse las heridas y las posteriores cicatrices,
bajo mangas largas, varias mangas, pantalones e impidiendo el acceso de otras
personas a su habitación, al baño o, buscando excusas, para no hacer deporte e,
incluso, la clase de gimnasia ya que la automutilación suele conllevar un
sentimiento de vergüenza y ocultación, de forma que, si alguien las descubre,
inventan excusas sobre cómo se lastimaron.
La mayoría de quienes se auto mutilan son mujeres, pero los
varones también lo hacen. Generalmente esta conducta comienza en la
adolescencia y puede continuar en la vida adulta. En algunos casos, hay
antecedentes familiares de automutilación mediante cortes.
La automutilación suele empezar con un impulso. Pero, muchos
adolescentes descubren que una vez que empiezan, esta conducta les resulta
adictiva y puede ser difícil abandonarla. Muchos de los adolescentes que se
lesionan afirman que cortarse les proporciona un alivio para sus emociones de
profundo dolor, y, por tanto, esta conducta tiende a reforzarse a sí misma. La
automutilación consigue convertirse así en la respuesta habitual de un
adolescente a las presiones y a los sentimientos que le resultan insoportables.
Algunos quisieran dejar de hacerlo, pero no saben cómo o sienten que no pueden.
Otros no desean dejar de cortarse.
¿Por qué se cortan
los adolescentes?
Lo hacen por diferentes motivos. Para la mayoría, es un
intento de interrumpir emociones fuertes que les resultan intolerables. Pero no
es un intento de suicidio. Aunque, demasiadas veces, subestiman la posibilidad
de que las infecciones o hemorragias que acompañan a estas lesiones les
ocasionen heridas más graves e, incluso, enfermedades.
Emociones fuertes y
abrumadoras.
La mayoría de los adolescentes que se cortan sufren con
emociones fuertes. Creen que, el lastimarse es la única manera de expresar o
interrumpir esos sentimientos que son demasiado intensos para soportar; el
dolor emocional de sentirse rechazados (ya sea en el colegio, en el grupo de
amigos o, incluso, en la propia familia), la pérdida o el fin de una relación,
o una angustia profunda pueden ser abrumadores para algunos adolescentes.
Además, muchas veces lidian con situaciones difíciles que
nadie más conoce. En otros adolescentes, es la presión de ser perfectos o de
estar a la altura de expectativas inalcanzables, ya sean propias o impuestas.
Algunos, han sido heridos por un trato severo o por situaciones que los han
hecho sentir sin apoyo, impotentes, indignos o faltos de amor.
También, existen otros adolescentes que han sufrido un
trauma, lo que puede causar períodos de adormecimiento emocional. Para ellos,
cortarse puede ser una manera de comprobar si todavía pueden “sentir” dolor.
Otros lo describen como una forma de “despertarse” de dicho adormecimiento.
El dolor físico auto
infligido es específico y visible.
Para algunas personas, el dolor físico es preferible al
dolor emocional ya que esté sólo puede sentirse como inespecífico, difícil de
precisar y de aliviar. Sin embargo,al cortarse, los adolescentes dicen sentir
una sensación de control
y alivio al saber de dónde proviene su dolor, de una
forma específica, y, al mismo tiempo, sensación de bienestar cuando se detiene.
Las lesiones pueden simbolizar el dolor interior que no se pudo verbalizar,
confiar a alguien, reconocer o sana
Una sensación de
alivio.
Muchos de los adolescentes que se cortan describen la
sensación de alivio que sienten al hacerlo, lo que es común de las conductas
compulsivas. Ello podría ser debido a
varios motivos: la liberación de endorfinas u hormonas del “placer” que se
liberan cuando se produce un esfuerzo físico intenso y que también pueden
liberarse cuando se produce una lesión; la distracción de las emociones
dolorosas que produce el dolor físico intenso y la impresión de ver sangre.
La sensación de
“adicción”.
Cortarse puede crear hábito. Si bien sólo proporciona un
alivio temporal del dolor emocional, cuanto más se corta una persona, más
necesidad siente de continuar haciéndolo.
Al igual que con otras conductas compulsivas, el cerebro
comienza a relacionar la sensación momentánea de alivio de las emociones
desagradables con la acción de cortarse. Cada vez que surge dicho dolor, el
cerebro busca ese alivio y lleva al adolescente a repetir esta conducta.
Este es el motivo por el cual lesionarse mediante cortes puede
convertirse en un hábito que hace que la persona se sienta incapaz de dejarlo, especialmente,
si las tensiones emocionales a las que está sometido el adolescente, son
intensas.
Problemas de salud
mental.
El cortarse a menudo está vinculado o forma parte de
diversos problemas de salud mental como son: impulsos, obsesiones o conductas
compulsivas. A veces, la depresión o el trastorno bipolar pueden contribuir a
que los estados de ánimo sean tan abrumadores que al adolescente le cueste
regularlos.
Lo mismo ocurre con los trastornos de personalidad en que
las relaciones interpersonales se viven de forma intensa pero inestable, así
como conductas de riesgo o autodestructivas
generadas por emociones peligrosas. Para otros, el estrés postraumático
ha afectado su capacidad de lidiar con las situaciones o enfrentan problemas de
consumo de alcohol o sustancias.
Presión de los
compañeros.
Algunos adolescentes empiezan a cortarse por influencia de
otros compañeros que ya lo hacen. Por ejemplo, una adolescente podría intentar
cortarse porque su novio lo hace. También puede existir la presión de un grupo
de compañeros. Algunos adolescentes se cortan en grupo y podrían presionar a
otros a hacerlo. Un adolescente podría ceder ante esta presión de grupo para
demostrar que es “valiente” o “está en la onda”, para tener un sentido de
pertenencia o evitar el acoso de sus compañeros.
Cualquiera de estos factores puede ayudar a explicar por qué
un adolescente se corta, pero también juegan un papel fundamental los
sentimientos y las experiencias únicos de cada adolescente. Algunos de los
adolescentes que se cortan podrían no ser capaces de explicar por qué lo hacen.
Independientemente de los factores que pueden conducir a que un adolescente se
autolesione, esta conducta no es una forma sana de manejar las emociones y
presiones, por extremas que éstas sean.
Enfrentar la conducta
de automutilación.
Algunos adolescentes esconden sus lesiones, o si dichas
lesiones requieren atención médica, ésta puede ser la única forma de que otros se enteren de lo que
les sucede; pero muchos adolescentes se auto mutilan mediante cortes durante
mucho tiempo antes de que alguien se dé cuenta. Algunos le cuentan a alguien su
problema, ya sea porque desean ayuda para dejar de lesionarse o porque desean
que alguien sepa lo que les pasa.
Pedir ayuda requiere coraje y confianza. Muchos adolescentes
dudan en contarle a alguien su problema porque temen que se los malentienda, o
que, al saberlo, otras personas se sientan enojadas, molestas, decepcionadas, escandalizadas
o los juzguen mal. Algunos se lo confían a amigos, pero les piden que no digan
nada. Esto puede crear una carga para el amigo que lo sabe.
Si se los interroga acerca de los cortes, los adolescentes
pueden responder de diferentes maneras; algunos, lo niegan mientras que otros
quizá lo admiten, pero niegan que sea un problema. Algunos incluso pueden
enojarse y sentirse molestos, o rechazar cualquier intento de ayuda. A algunos
adolescentes les alivia que otra persona sepa lo que les pasa, se preocupe por
ellos y desee ayudarlos.
Cómo detener la
automutilación mediante cortes.
Independientemente de que otra persona lo sepa y haya
intentado ayudarlos o no, algunos adolescentes se siguen cortando durante mucho
tiempo antes de abandonar esta conducta. En aquellos casos donde los cortes son
parte de otro problema de salud mental, generalmente se requiere ayuda
profesional.
A veces el hecho de cortarse u otros síntomas derivan en la
hospitalización del adolescente en un hospital o clínica de salud mental. En
algunos casos, deben ser hospitalizados más de una vez por autolesiones antes
de que estén listos para aceptar ayuda por cortarse o por otros problemas de
salud mental mórbidos.
Algunos adolescentes encuentran por sí mismos una manera de
dejar de lesionarse . Esto puede suceder si el adolescente encuentra una razón
importante para dejar de hacerlo, si recibe el apoyo necesario o si encuentra
maneras de resistirse a este fuerte impulso.
También debe descubrir nuevos modos de manejar las
situaciones problemáticas y de regular las emociones abrumadoras. Esto puede
llevar tiempo y a menudo requiere la ayuda de un profesional de la salud
mental.
Puede ser difícil dejar de cortarse y quizá un adolescente
no tenga éxito al principio. Algunos dejan de hacerlo por un tiempo y luego
recaen. Para romper con este fuerte hábito se requiere determinación, valentía
y fortaleza, así como el apoyo de otras personas que brinden su comprensión y
afecto.
Señales de alerta en
el adolescente.
- Usa ropa grande y abrigada aunque haga calor.
- Manifiesta heridas, lesiones o cicatrices que no tienen
explicación aparente.
- Se encierra en el baño por largos períodos, sin dejar entrar
a nadie.
- Porta habitualmente navajas, cuchillos, cuchillas de
máquinas de afeitar.
- Se come las uñas al punto de lastimarse los dedos.
- No participa en actividades en grupo.
- Mantiene reserva absoluta sobre sus cosas
Recuperación.
No es sencilla ya que sigue un curso parecido al de
cualquier otro tipo de adicción como; el alcoholismo, la drogadicción, etc. Sin
embargo, la recuperación es posible y la ayuda profesional es indispensable
para superar este problema. El tratamiento incluye como algo fundamental
estimular al paciente a practicar ejercicios de relajación, deporte,
actividades artísticas, como una manera
de exteriorizar í sus emociones e impedir que vuelva el impulso
autodestructivo.